Una nueva cepa del COVID-19, denominada NB.1.8.1 y conocida coloquialmente como “Nimbus”, ha sido detectada en varios países y ha despertado interés por provocar un dolor de garganta especialmente agudo. Esta característica le ha valido el apodo de “garganta de cuchilla de afeitar”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aumento de casos vinculados a la variante se ha registrado principalmente en áreas como el Mediterráneo oriental, el sudeste asiático y la región del Pacífico occidental. Hasta ahora no se han confirmado casos en Chile, sin embargo la OMS ha clasificado esta variante como “bajo vigilancia”, ya que no se ha demostrado que cause cuadros más graves, mayor mortalidad ni mayor transmisibilidad. Por ahora, se considera una particularidad sintomática más que una amenaza seria.
El epidemiólogo, ex miembro de Médicos Sin Fronteras y académico de la Universidad de Valparaíso, Aníbal Vivaceta, explica que “la aparición de esta variante en realidad por ahora parece más bien una curiosidad científica. Tiene esta particularidad del dolor de garganta que parece ser más intenso que en otras variantes del virus, pero no hay una preocupación excesiva por la severidad de la enfermedad, no tiene más mortalidad ni produce más complicaciones”.
Vivaceta añade que “en cuanto a la vacunación, la vacuna actual es suficientemente eficaz, porque, aunque hay variaciones sintomáticas, los antígenos de superficie del virus siguen siendo reconocibles para el sistema inmune, manteniendo la efectividad de las vacunas”.
El experto también destaca la importancia de mantener medidas preventivas, especialmente en invierno: “El problema no es el frío, sino el encierro. Estar en espacios cerrados sin ventilación es lo que facilita la transmisión. Usar mascarilla ayuda, pero no es suficiente si no hay aireación adecuada. También es fundamental el lavado de manos y evitar compartir objetos personales”.
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