He dedicado mucha reflexión a esto, visto por visto, como dicen los argentinos, me he convencido que la candidata señora Evelyn Matthei, tenía razón. Estaba siendo objeto de una campaña sucia, artera y sin límites morales.
El método Bannon (El ideólogo y ex asesor de la campaña presidencial de Donald Trump) daña la democracia, la hace impropia, la relativiza, la lleva inexorablemente a la letrina y quienes empiezan a votar creerán que todo vale y eso no es cierto, no todo vale.
Es en este último plano es donde mejor se maneja Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump y reconocido por haber liderado Breitbart News -un portal conservador señalado por haber difundido noticias falsas y teorías conspirativas durante el proceso electoral en Estados Unidos- y por ser uno de los agentes clave detrás de Cambridge Analytica, la polémica firma a la que se le atribuye el uso de datos privados de Facebook con fines electorales para beneficiar a Trump.
Costó mucho en occidente estructurar un estado de derecho, hubo mucha sangre antes de separar poderes, más sangre fue separar la Iglesia del Estado, como para que granjas de bots se sientan libres y sin sanciones para escribir cualquier barbaridad de cualquier ser humano.
Como decía la excanciller alemana Angela Merkel: «La libertad de expresión tienen sus límites, y esos límites comienzan cuando se propaga el odio. Comienzan cuando se viola la dignidad de otras personas. Esta Cámara debe oponerse al discurso extremista, de lo contrario, nuestra sociedad no volverá a ser la sociedad libre que era».
En suma, la libertad de expresión trae necesariamente aparejada una responsabilidad, porque tampoco es cierto que todas las opiniones sean respetables.
Si la pelea de la señora Matthei le costaba la elección, pues que le costara, pero habría dado una pelea que era digna y es necesaria.
Si este país quiere a los Kaiser o a los Kast, o a quien traspase los límites, pues que los elija, pero cuando los que los elijan, vengan de vuelta por más democracia, que esa vuelta no la hagan llorando porque habrán sido advertidos.