En el ecosistema emprendedor se suele repetir una frase tan cierta como olvidada: “solo llegas más rápido, pero juntos llegamos más lejos”. En un país donde la mayoría de las empresas son micro y pequeñas, la asociatividad constituye una estrategia esencial de competitividad. Desde Sercotec lo vemos a diario: cuando los emprendedores deciden colaborar, no solo suman fuerzas; multiplican oportunidades.
La asociatividad es más que “trabajar juntos”; es una forma de gobernanza que transforma negocios individuales en un proyecto colectivo de mayor escala y alcance. Para muchos emprendedores esta herramienta es clave para profesionalizarse, negociar mejor y enfrentar mercados cada vez más exigentes.
Nuestra agencia posee diversos instrumentos que impulsan la asociatividad; como el Fondo de Fortalecimiento Gremial, que apoya el desarrollo de organizaciones representativas de micro y pequeñas empresas, el mejoramiento de sus capacidades de gestión y la creación de nuevos y mejores productos y servicios para las pymes asociadas.
Recientemente el Programa de Fortalecimiento de Barrios Comerciales de Sercotec cumplió 10 años de gestión. En la Región de O’Higgins esta iniciativa, gracias del financiamiento de Gobierno Regional, beneficia a 10 barrios comerciales en Rancagua, Graneros, Rengo, Las Cabras, Placilla, Paredones, Navidad, Santa Cruz y Lolol. Mientras en los programas regulares de Sercotec, se suman barrios de las comunas de La Estrella, Malloa y San Fernando.
Hoy los barrios comerciales viven la colaboración: hay sinergia, aprendizajes y preocupación por las vecinas y vecinos del sector, impulsando el desarrollo, la seguridad y mejorando el entorno.
La colaboración genera un espacio fértil para la innovación. Cuando emprendedores con experiencias distintas se sientan en la misma mesa, surgen ideas que ningún negocio habría podido desarrollar en solitario.
Como agencia de fomento creemos que el país necesita comunidades que trabajen en conjunto, los grupos asociativos no solo forman redes económicas, sino también humanas; este capital social es muchas veces el factor que determina la continuidad o el cierre de un negocio.
Cuando los emprendedores trabajan juntos, mejoran tanto sus negocios como la calidad de vida del territorio donde habitan. La asociatividad impulsa el desarrollo, el empleo y la identidad local. Es crecimiento económico con sentido comunitario.






