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Cómo usar el calientacama sin riesgos y con máximo confort


Aunque muchas personas ya lo han incorporado a su rutina nocturna, todavía existen dudas sobre su uso correcto y, sobre todo, sobre su seguridad.

MARTES, 1 DE JULIO DE 2025
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Publicado por

Danya Ríos

Periodista El Tipógrafo


En invierno, es natural buscar formas de mantener el calor durante la noche sin depender tanto de la calefacción. Una de las alternativas más populares es el calientacama, un dispositivo que se coloca entre el colchón y la sábana para entregar calor uniforme mientras duermes. Su facilidad de uso y la comodidad que ofrece lo convierten en una elección recurrente durante los meses más fríos del año.

Aunque muchas personas ya lo han incorporado a su rutina nocturna, todavía existen dudas sobre su uso correcto y, sobre todo, sobre su seguridad. Algunos se preguntan si realmente es conveniente dormir con él encendido o si podría representar algún tipo de riesgo.

Aquí, encontrarás lo que necesitas saber sobre cómo usar el calientacamas de forma adecuada, qué precauciones tener y cómo aprovechar al máximo sus beneficios.

Beneficios y funciones del calientacama

El calientacama no sólo proporciona una fuente de calor directa, sino que también ayuda a relajar los músculos, mejora la calidad del sueño y reduce la necesidad de utilizar calefacción central por muchas horas. Al instalarlo correctamente entre el colchón y la sábana bajera, puedes garantizar una distribución pareja del calor durante toda la noche.

Uno de los principales beneficios es su capacidad para regular la temperatura. Muchos modelos actuales permiten elegir entre distintos niveles de calor, lo que resulta ideal para ajustarse a las preferencias de cada persona. Esto también lo convierte en una excelente alternativa para quienes sufren de problemas articulares o musculares, ya que el calor contribuye a aliviar tensiones y molestias localizadas.

Además, usar un calientacama reduce la humedad en la cama, lo que puede beneficiar a personas con alergias o sensibilidad a ambientes húmedos. Gracias a su bajo consumo energético en comparación con estufas eléctricas, se presenta como una solución eficiente y económica para combatir el frío.

Calientacama: cómo instalarlo y qué cuidados tener

Instalar un calientacama es sencillo, pero hay detalles importantes que no deben pasarse por alto. En primer lugar, asegúrate de que el dispositivo esté completamente extendido, sin arrugas ni dobleces. Esto evitará la acumulación de calor en un solo punto, lo cual podría dañar el producto o generar molestias al dormir.

¿Cómo usar un calientacamas correctamente?

Colócalo entre el colchón y la sábana bajera, nunca directamente en contacto con el cuerpo. Algunos modelos incluyen elástico o tiras para fijarlos bien, lo que evita desplazamientos. Es clave seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a tiempo de uso y temperatura recomendada.

¿Qué pasa si duermo con el calientacamas prendido?

Dormir con el calientacama prendido puede generar una acumulación excesiva de calor que afecte la calidad del sueño, provocando sudoración, incomodidad o interrupciones durante la noche.

Además, el uso continuo y prolongado sin temporizador o apagado automático incrementa el riesgo de sobrecalentamiento del dispositivo. Esto no significa que su uso sea inseguro, pero sí exige precauciones específicas para evitar fallas eléctricas o daños en la ropa de cama, especialmente si el producto ya tiene signos de desgaste.

Aunque muchos dispositivos están diseñados para mantenerse encendidos durante toda la noche, algunos expertos recomiendan encenderlo unos 15 a 30 minutos antes de acostarte y apagarlo al momento de dormir. Esto permite aprovechar su efecto térmico sin mantener el flujo eléctrico activo por horas, reduciendo así cualquier posibilidad de riesgo.

¿Es peligroso dormir con el calientacamas prendido?

Los modelos actuales incluyen sistemas de seguridad que apagan el dispositivo automáticamente tras cierto tiempo o si detectan sobrecalentamiento. Sin embargo, como cualquier aparato eléctrico, no está exento de riesgos. Por eso, si el tuyo no cuenta con temporizador o apagado automático, lo más seguro es desconectarlo antes de dormir.

Recomendaciones de uso del calientacama

Elegir bien el tipo de calientacama y saber cómo cuidarlo puede hacer una gran diferencia en tu experiencia. Estas son algunas recomendaciones para sacarle el máximo provecho y mantener la seguridad:

  • Verifica que el enchufe esté en buen estado. Nunca uses el calientacama si notas cables pelados o conexiones flojas.
  • Evita colocar objetos pesados sobre la cama mientras el dispositivo esté en uso. Esto podría afectar el funcionamiento de sus resistencias internas.
  • No lo uses si está húmedo. La humedad puede comprometer su funcionamiento y representar un peligro eléctrico.
  • Límpialo siguiendo las instrucciones del fabricante. Algunos modelos permiten una limpieza superficial con paño húmedo, mientras que otros deben mantenerse completamente secos.
  • Desconecta siempre el aparato antes de limpiarlo. No basta con apagarlo; asegúrate de desenchufarlo por completo.
  • Guárdalo enrollado, no doblado. Doblarlo puede dañar los conductores de calor internos. Enrollarlo suavemente es la mejor opción para prolongar su vida útil.
  • Revisa que esté completamente seco antes de guardarlo. Esto previene la formación de hongos o problemas eléctricos en su próximo uso.

¿Es malo dormir con calientacamas?

Esta pregunta es común y válida, especialmente considerando que involucra una fuente de calor eléctrica en la cama. Dormir con el calientacama encendido no necesariamente es malo si el producto cuenta con certificación, tiene un apagado automático y está en buenas condiciones. Sin embargo, si el dispositivo es antiguo, no tiene sistemas de seguridad o presenta señales de desgaste, es preferible apagarlo antes de dormir.

La clave está en la prevención. Si usas el calientacama de forma ocasional, siguiendo todas las recomendaciones de seguridad, no debería representar un problema. En cambio, si lo mantienes encendido muchas horas a diario o si se utiliza con niños pequeños o personas mayores sin supervisión, conviene extremar los cuidados o evitar su uso prolongado.

El calientacama es una herramienta eficaz para combatir el frío nocturno, mejorar la calidad del sueño y generar un ambiente más confortable sin depender exclusivamente de la calefacción tradicional. Usado de forma responsable, puede ser tu mejor aliado durante los meses más fríos.

Sin embargo, como cualquier aparato eléctrico, requiere atención y precaución. Elegir un modelo con certificación, seguir las indicaciones de uso y apagarlo al dormir —cuando no tiene temporizador— son prácticas clave para evitar accidentes o inconvenientes. Evalúa siempre el estado del dispositivo y considera reemplazarlo si ya tiene muchos años de uso.

Con un manejo adecuado puedes disfrutar al máximo del confort que ofrece un calientacama.  Por eso, si decides sumarlo a tus noches frías, asegúrate de aprovecharlo bien y cuidar cada detalle para que este dispositivo funcione a tu favor.


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